En la publicación de "El norte de Castilla" del día 5 de septiembre de 2017 podemos observar varias medidas propuestas o puestas en marcha para mantener el "estatus" y la buena reputación de la comunidad de Castilla y León. Vemos medidas tales como la contratación de profesores nativos para la enseñanza bilingüe que tanto ha mejorado en la Comunidad, vemos también la ampliación de centros BIT (Bilingüismo, Inclusividad y Tecnologías) que abogan por una enseñanza más inclusiva que muestre a todos los alumnos las posibilidades que tienen en su interior y que, obviamente, enseñan a través de las nuevas tecnologías, algo necesario a día de hoy. Sin embargo, todas las monedas tienen dos caras, al igual que todas estas medidas que, de primeras, pudieran parecer perfectas e innovadoras pero, a su vez, empeoran situaciones que ya de por si eran peliagudas.
Detrás de, por ejemplo, esa creación o ampliación de centros BIC, vemos la desaparición de varios centros escolares en pueblos, obligando a los alumnos y padres a buscar una alternativa que, si bien es cierto no es difícil, suele estar más lejos que el hogar familiar. Es cierto que apostar por la innovación y el bilingüismo es algo con grandes recompensas a largo plazo, sin embargo, a corto plazo solo genera desigualdad entre grandes ciudades y pequeños pueblos o aldeas. Unos padres deberían tener el derecho a educar a sus hijos cerca de su hogar familiar para no tener que perder tiempo llevando a sus hijos a la escuela para luego llegar al trabajo con poco tiempo o llegar incluso tarde, lo cual, obviamente, resiente la economía familiar y la sencillez horaria.
Por otro lado, vemos como medida la contratación de nativos para la enseñanza en centros bilingües, una medida que ayudaría a los alumnos a perfeccionar su aprendizaje de lenguas extranjeras, sin embargo, seguimos hablando de que el dinero se destina sobre todo a grandes ciudades y los pueblos vuelven a ser dejados de lado. Por otro lado, si bien un nativo conoce su lengua a la perfección (o casi porque los temas de gramática no tienen tanto que ver con ser nativo sino con haber estudiado la lengua en cuestión), tenemos en nuestro país una gran cantidad de profesionales, filólogos por ejemplo, con un extenso conocimiento de la lengua (ya sea la inglesa, la francesa, o cualquiera) que se encuentran en situaciones precarias porque no encuentran trabajo en sus respectivas materias. Nuestros profesionales en lengua, como los filólogos, ven como se produce una situación de intrusismo laboral que hace que "no haya servido de nada" lo que han estudiado y perfeccionado a lo largo de cuatro, cinco o seis años. No digo que un filólogo sea el mayor experto en una lengua, sin embargo, rozamos casi el mismo nivel que los nativos de dicha lengua y, sobre todo, hemos aprendido su gramática, sus reglas, etc. que un nativo no ha estudiado tan a fondo como lo hacemos nosotros en nuestras carreras universitarias.
Como hemos mencionado al principio del blog, estas medidas son extremadamente buenas y ayudarán a muchos alumnos a mejorar sus estudios y sus opciones, pero, por desgracia, empeoran las opciones de otros tantos alumnos y profesionales que ven como tienen que cambiar sus vidas para poder tener una vida amplia y satisfactoria, es por ello que, a pesar de ver que sean medidas buenas en gran medida, pensamos que deben replantearse para poder, como debería ser simpre, pensar en la inclusión de todos y en sus derechos fundamentales ante todo.
Nota a pie de blog: "Changer un cheval borgne pour un cheval aveugle" en español equivale a la expresión "De Guatemala a Guatepeor", que creo que define bastante bien la situación ocurrida en la comunidad y, sobre todo, en los pueblos de Castilla y León.
Dani :), coincido contigo en dar apoyo a los diferentes filólog@s.
ResponderEliminarComo filóloga y compañera de inglés, no tenemos que olvidar que una de las principales facultades que poseemos es el lenguaje y cómo lo enseñamos.
A su vez, me gustaría añadir que como “profes”, no sólo enseñamos la gramática o sus reglas, si no que es fundamental que tengamos iniciativa para adecuarnos a cada nivel para que la comunicación sea óptima, focalizando la atención y el análisis en determinados elementos del entorno y de los alumnos.
Un abrazo,
Sara